-
Tenia un manojo de promesas sobre la cama, hacia juego con el color de tus ojos
cuando me hiciste prometer.
Tengo también un "te quiero" postrado a lado de un corazón lleno de esteroides que acomplejado de si mismo ya no se puede ni ver.
Era todo tan tibio, tan pastel, tan ridículamente rosa, que apestaba a esperanzas y sueños de futuros inválidos.
Ahora no queda nada mas que recuerdos de tus gritos y gemidos dando vueltas en la cama.
Luis Huayhuas
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario